miércoles, 23 de marzo de 2011

LECCIONES SOBRE LA VIDA. 2ª PARTE

Lleva un registro diario
      Reflejar por escrito tus experiencias cotidianas junto con las lecciones que has extraído de ellas, te hará más sabio con el transcurso de los días. Te ayudará a aclarar tus intenciones y de ese modo mantenerte centrado en las cosas que realmente cuentan.
      Puedes registrar tus ideas sobre temas importantes, anotar estrategias claves para el éxito que han funcionado en tu caso y comprometerte con todo aquello que sabes que es importante alcanzar con el fin de disfrutar de una vida profesional, personal y espiritual de calidad.
      Un registro no es un diario. Un diario es un lugar en el que se anotan sucesos, mientras que en un registro se analizan y evalúan tales sucesos. Escribir sólo 15 minutos al día, contribuye a la salud, refuerza el sistema inmunológico y mejora la actitud general. 
      Si vale la pena meditar en tu vida, también vale la pena escribir sobre ella.

Desarrolla la filosofía de la honradez
      Decir cosas que en realidad no pensamos se convierte en un hábito cuando se practica lo suficiente, pero el verdadero problema es que cuando no mantienes tu palabra, pierdes credibilidad y, al perder credibilidad, rompes los vínculos de confianza.
      Para desarrollar una filosofía de la confianza, empieza por comprobar cuántas pequeñas no verdades dices en el transcurso de una semana.
      Cada vez que no haces lo correcto, alimentas el hábito de actuar de modo incorrecto. Cuando prometas algo a alguien, cúmplelo.

Honra tu pasado
      Cada minuto que empleas absorto en tus problemas, se lo robas a la búsqueda de soluciones. No tiene sentido preocuparse por errores y sucesos pasados, a menos que desees experimentarlos de nuevo.
      Si has sufrido más dificultades de las corrientes en la vida, tal vez sea porque se te está preparando para algún propósito más importante que requerirá de ti que estés equipado con la sabiduría que has adquirido enfrentándote a esas pruebas.
      Es mejor correr el riesgo de vernos expuestos a la mitad de los males que anticipamos, que permanecer en una cobarde apatía por miedo a lo que pudiera suceder.

Tómate un descanso semanal
      Para revitalizar y nutrir tu interior, planifica un período semanal de tranquilidad, un descanso con el que recuperes los placeres más sencillos de la vida, placeres a los que quizás renunciaste cuando tus días empezaron a estar demasiado ocupados.
      Tú descanso semanal no tiene que ocupar un día entero. Todo lo que necesitas son unas pocas horas de soledad, y hacer las cosas que te gustan hacer. Por ejemplo: ir a tu librería favorita a hojear libros, contemplar el amanecer, dar un paseo solitario por la playa o escribir en tu registro. Hazlo por ti, tú lo vales.

1 comentario:

  1. ES un buen consejo que mejora la calidad de vida y te hace estar mas agusto contigo minmo.
    Gracias.

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