jueves, 24 de mayo de 2012

ENEMIGOS DE TU FELICIDAD. 2º Parte

Emociones negativas: forman parte de nuestra vida. Lo malo no es sentir una emoción negativa, sino el modo en que expresamos estos sentimientos.
     El odio, la rabia, la venganza...suelen estar provocados por la actitud o conductas de otras personas. Pero los sentimientos negativos no hacen daño al otro, sino a nosotros mismos.

     Encauza tus sentimientos:
- Siempre que puedas, comunica tus emociones. No esperes a estar realmente enfadado para liberarte de la tensión.
- Demuestra tu enfado, tristeza, miedo o desilusión con calma, intenta ser objetivo y justo contigo mismo y con las demás personas implicadas, explicándoles tus razones, buscando el modo de resolver el problema.
- Si no puedes hablar con la persona implicada, cuenta con amigos que te escuchen.
- También hay emociones positivas y debes disfrutar de ellas. Empéñate en ser alegre y descubrir el lado bueno de las cosas.

Falta de confianza: ninguna relación humana es sana si no nos permite ser libres. Pero la persona dependiente se siente insegura ante esa libertad. Las relaciones dependientes son frecuentes entre padres e hijos y también en algunas parejas.
     Es importante detectar la dependencia emocional. Para conseguirlo, observa tu comportamiento cuando te relacionas con las personas de tu entorno. Piensa cuál fue la última vez que la opinión de otros te ha hecho cambiar de planes, ¿lo hiciste a gusto? ¿pensaste que nadie tenía en cuenta tus necesidades?...

     Toma tus propias riendas:
- Deja de ver el mundo como un lugar amenazante y organiza tu vida de forma que tus obligaciones diarias no te creen ansiedad. Haz cosas que realmente merezcan la pena y delga lo que no sea imprescindible hacer personalmente.
- Pon en orden tu mente. Observa cómo funcionan tus pensamientos y tus sentimientos.
- Establece relaciones sanas con los demás. No esperes que sean los otros los que te hagan feliz.

     Una relación sana es aquella:
- Te hace sentir libre para estar con quien deseas.
- No impone normas. Si quieres que los demás respeten tu intimidad, tu identidad, tus opciones; debes respetar tú las del otro.
- Favorece la comunicación. Hablar de forma tranquila y sincera, con claridad y sin reproches gratuitos sobre lo que sientes, es la mejor manera de establecer canales fluidos de comunicación, para que cuando lleguen problemas se puedan solucionar.
- Acepta que las relaciones cambian y, a veces, se rompen.

jueves, 17 de mayo de 2012

ENEMIGOS DE TU FELICIDAD. 1ª Parte

     Podemos definir la felicidad como la experiencia personal de sentirnos a gusto con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. No es algo con lo que se nace, que se tiene o no, sino algo que se puede ir construyendo.

Pesimismo: los pesimistas son los que esperan siempre que les sucedan acontecimientos negativos y parece que les ocurre todo lo malo (lo crees, lo creas). Pero las cosas no son blancas o negras, sino que existen multitud de matices que dan un significado diferente a lo que nos sucede.
     Uno de los ejemplos más claros de que el pesimismo no está asociado necesariamente a los acontecimientos negativos, lo encontramos en aquellas personas que aun sufriendo una grave enfermedad, son capaces de mantener una actitud esperanzada ante la vida.
     En el lado contrario al pesimismo está el optimismo, o la habilidad para esperar de la vida cosas positivas.

     Vivir en positivo significa:

- Dejar de ver las cosas como buenas o malas. Trata de descubrir los matices.
- No pierdas tu precioso tiempo tratando de adelantarte a los acontecimientos.
- Acepta los aspectos negativos de las situaciones que vives. Haz un esfuerzo por descubrir los aspectos positivos que esta situación puede traer a tu vida cotidiana.
- Cuando hables con otra persona no caigas en el error de relatar, una tras otra, todas las calamidades que te han sucedido en los últimos tiempos. Habla de las cosas buenas que te suceden, de las alegrías. Piensa en positivo. Recuerda: pensamiento-sentimiento-acción.


Ansiedad: en la vida cotidiana nos enfrentamos a muchas situaciones que vivimos como amenazantes. Pero la mayoría no son un peligro en sí: depende de cómo las percibamos o interpretemos nosotros. Si percibimos todo lo que sucede como algo peligroso, perjudicamos a nuestro organismo porque le exigimos que ponga en marcha recursos que nos agotan, interpretamos todo como si fuera a hacernos daño. Esto nos lleva a estar de mal humor. Nuestros músculos se tensan y agarrotan, aparecen palpitaciones, temblores...
     Busca actividades que te relajen:
- Haz algún tipo de ejercicio físico. Mejorará tu autoestima, liberará tu mente de angustias innecesarias y te dará una actitud positiva ante la  vida.
- Un tiempo para ti para escuchar música, darte un baño, meditar...
- Contacto con la naturaleza. El sol y el aire oxigenarán tu cuerpo y también tu mente.
- Dedica tiempo a tus aficiones: coser, bailar, leer, pintar...




miércoles, 9 de mayo de 2012

MIRAR EL LADO POSITIVO

     Que diferencia para tu bienestar interior si logras mirar el lado bueno de las cosas en lugar del lado negativo. De tu actitud positiva ante ti mismo y de lo que lo que te rodea, dependerá que te sientas más feliz.

- Aprende a quererte asumiendo que no eres perfecto; y por lo tanto, sé benévolo contigo mismo. Si puedes rectificar tu error, hazlo y si no puedes, acumula experiencia para la próxima vez.
- Busca tiempo para ti: ir al cine, comer con tus amigos, leer...
- Ríe. La risa no deja entrar la depresión ni el estrés.
- Alégrate de las cosas buenas que le suceden a quienes viven a tu alrededor. Ponte en su lugar y piensa lo mucho que disfrutarías si te hubiera ocurrido lo mismo. Acompáñales en su alegría y te sentirás bien.
- No esperes a ver si la gente te saluda o no; saluda tú primero y siempre con una sonrisa o un gesto amable.
- Criticar a las personas que no están presentes, además de un acto de cobardía, es una falta de educación. La persona que critica es difícil que tenga amigos de verdad.
- El trabajo no lo es todo en la vida. Si puedes vivir con menos dinero, dedica más tiempo a ti y a tu familia.
- No te lleves trabajo a casa bajo ningún concepto.
- Pide ayuda cuando la necesites.
- No aceptes hacer nada por compromiso o por quedar bien. Aprende a decir no, con educación, con confianza y sinceridad.
- Construye tu vida y la relación con los demás sobre la base del amor. El amor alimenta el entusiasmo y no sólo te enriquece a ti, sino que influye positivamente en los que te rodean.
- Deja de aparentar lo que no eres, lo que no tienes, lo que no sabes... sé tu mismo.
- Rehuye sentimientos de culpabilidad y no caigas en la tentación de hacerte la víctima para que te quieran, aunque sólo sea por pena.
- Piensa que hoy puedes quejarte porque el día está lluvioso o puedes dar gracias porque las plantas están siendo regadas. Puedes quejarte de tu salud o regocijarte de estar vivo. Puedes compadecerte por no tener muchos amigos o emocionarte y embarcarte en la aventura de descubrir nuevas relaciones. Puedes quejarte porque tienes que ir a trabajar o puedes gritar de alegría porque tienes trabajo. Puedes amargarte por tener que hacer las labores del hogar o puedes sentirte agradecido porque tienes un techo.
- Hoy el día se presenta esperando a que tú le des forma, eres su escultor. Lo que suceda depende de ti, debes escoger qué tipo de día vas a tener.
- Conviértete en tu propio dueño, deja de acomodarte a las opiniones y sugerencias de los demás. Busca tu propio criterio, manifiesta tu auténtica forma de pensar.

VISUALIZACIONES PARA NIÑOS

EL JARDÍN CURATIVO

     Esta visualización sirve para combatir los síntomas de gripe.
     Antes de leerla es aconsejable hacer un ejercicio de relajación.

     No te sientes bien. Te duele todo el cuerpo y esta sensación te asusta y te hace infeliz. No te gusta estar enfermo y echas de menos el poder jugar. Pero si lo intentas, podrás sentirte mejor y más fuerte. Relaja el cuerpo, cierra los ojos y respira de manera profunda y lenta.
     Imagina una bella bolsita de color violeta cerrada con una cinta dorada. Abre la bolsita mágica y verás que está llena de semillas resplandecientes. Todas son de distintas formas y tamaños. Imagina ahora que el interior de tu cuerpo está lleno de una tierra esponjosa y marrón. Es perfecta para plantar algo en ella, así que ponte manos a la obra y empieza a sembrar tus semillas. Cógelas a puñados y espárcelas por tu tierra, porque la llenarán de vida y empezarás a sentirte mejor.
      Las semillas se hunden en tu cálido y suave jardín interior y empiezan a crecer casi de inmediato. Secretamente estás deseando que sean semillas de flores. Ahora empiezan a echar raíces y te hacen cosquillas por dentro. Las semillas empiezan a brotar empujando la tierra, y eso te hace cosquillas por dentro y te pones a sonreír.
     Tu corazón es el sol que les da calor, luz y amor. Eso es todo lo que una planta o un niño necesita ¡para crecer y hacerse grande y fuerte!
     Ves el verdor de sus tallos hojas, pero aún no sabes en qué planta se convertirán. Concéntrate y observa cómo las plantas crecen y se convierten en lo que habías deseado: ¡en plantas que dan flores! Ahora ves cientos de bellas y resplandecientes flores llenando todo tu cuerpo. Están saliendo margaritas, rosas, claveles y tulipanes por todas partes llenándote de color.
     Si lo intentas de veras, incluso puedes olerlas. Sus fragancias y colores son poderosos y curativos. Usa este poder para sentirte mejor. Ahora el miedo y los sentimientos desagradables que tenías se van y ¡te sientes contento y saludable! Tu jardín especial es sólo tuyo y de nadie más. Es magnífico, curativo y maravilloso, y tienes muchas suerte de poseerlo.

                                                                                     Ellen Curran

viernes, 4 de mayo de 2012

CAJA DE ABRAZOS

     Poner en el interior de una caja pequeña fichas con instrucciones que, a modo de juego, dan derecho a la persona que  extraiga una ficha a recibir una tipo o número de determinados de abrazos. ¿Por qué abrazos? Porque los abrazos curan. Los abrazos ayudan a mantener unida a la familia. Un abrazo constituye un modo seguro de compartir sentimientos de afecto y supone una expresión de inteligencia emocional sin palabras.

     Algunos ejemplos de "fichas de abrazos":

- Un abrazo y una galleta (primero el abrazo y luego comparte con la otra persona su galleta favorita).

- Un abrazo de mamá.
- Un abrazo de papá.
- Un abrazo bocadillo especial (la persona que extrae la ficha permanece en el medio y todos los demás se reúnen en torno a ella para abrazarla).
- Un abrazo y una canción tarareada (mientras da el abrazo tararea una canción).
- Un abrazo y un salto (tienen que saltar juntos mientras se abrazan).
- Un abrazo y chocar las cinco con las manos alzadas.
- Un abrazo sentados.
- Un abrazo sin utilizar las manos.
- Un abrazo sin llegar a tocarse, pero acercándose lo máximo.
- Un abrazo sonoro.
- Un abrazo extranjero (hacer uso de vuestra imaginación).
- Un abrazo de su elección.

     Añadir propuestas propias, e introducir  cambios de vez en cuando para que la idea siga siendo novedosa. Si se ofrece a modo de regalo, la caja puede decorarse.



jueves, 3 de mayo de 2012

SUGERENCIAS PARA QUE LOS NIÑOS ENTIENDAN QUE NUESTRA VIDA SE CARACTERIZA POR EL CAMBIO CONSTANTE

     Para que los niños empiecen a entender cómo toda nuestra vida se caracteriza por el cambio constante podemos:

- Leerles algún libro ilustrado que explique las estaciones del año. Pedirles que digan ejemplos de despedidas y nuevos comienzos. Añadir el adulto algunos ejemplos: en otoño los árboles se despiden de sus hojas, éstas vuelven a la tierra para descomponerse y servir de alimento al mismo árbol; el año termina y comienza otro año nuevo,... Se trata de agudizar su sensibilidad por el ciclo de la vida.

- La pequeña despedida. Todos los días tomamos decisiones a favor de unas cosas y en contra de otras. Por ejemplo: Juan desea jugar con Pedro a la pelota, pero Pedro prefiere jugar a las construciones con Luis; entonces Juan tiene que renunciar a jugar con Pedro a la pelota. Recordar situaciones del día donde se vieron obligados a prescindir de la satisfacción de un deseo. ¿Qué sensaciones les produjo esto? ¿Les pareció grave, o un acontecimiento corriente?

- Recordar la última vez que estuvieron realmente enfadados o tristes porque tuvieron que despedirse de algo.

- Poner un papel grande en el suelo y decirles que la vida tiene muchos colores y ahora van a pintar su vida. Pedirles que hablen de los colores y de las vivencias que éstos significan para ellos. Puede ocurrir que para uno la risa sea equivalente al amarillo y para otro sea al azul. Comunicar que la vida tiene momentos claros y momentos oscuros, que se alternan y se complementan.
- Recordar alguna situación en que se sintieron realmente tristes porque fue preciso despedirse de algo o de alguien. ¿Qué les sirvió de ayuda en estas situaciones? ¿Cómo podrían hacer en otra ocasión? Si hacen sugerencias, convertirlas en actividades a realizar enseguida: un dibujo para enviar a la abuela, una carta para el hermano que estudia en otra ciudad,...

- Sin despedidas no hay nuevo comienzo. Acordar que durante el día nadie podrá tener más de una cosa al mismo tiempo. Si está jugando con el osito y luego quiere jugar con los bloques, tendrá que dejar al osito. Que normal nos parece tener tantas cosas sin que sea necesario renunciar a ninguna de ellas. Y que difícil resulta, a veces, el tener que renunciar a una cosa para elegir otra. Hablar de la experiencia.

- Recordar una situación en que se sintieran tristes y decir cómo se consolaron o cómo desearían haber sido consolados. Pintarán o modelarán la situación que les consoló. Ejemplo: esta caja pequeña dentro de otra grande quiere decir que cuando estoy triste me gusta que mamá me abrace como si fuera a envolverme del todo.

jueves, 26 de abril de 2012

JUEGOS Y ACTIVIDADES RELACIONADAS CON LA MUERTE

     Ante un fallecimiento en la familia o entre personas allegadas, es necesario transmitirle al niño que se le hace caso y que sus temores, preocupaciones y sentimientos son tomados en serio. Los adultos no han de tratar de ocultar sus sentimientos ya que los niños lloran y entienden perfectamente que alguien llore.
     Sugerencias  para ayudarles a expresarse:
- Expresar mediante pinturas o modelados cómo conciben la existencia después de la muerte. ¿A dónde va la persona o el animal después de su fallecimiento? ¿Cómo es ese lugar? ¿Es un sitio claro o sombrío? ¿Hay colores? ¿Necesitan comida y una cama para dormir?. No juzgar ni opinar sobre sus ideas.

- El reloj de los sentimientos. Sobre un disco de cartón de varios colores, el niño dibujará distintas caras con expresiones diferentes: alegre, triste, furioso, indiferente, enfadado... Fijar una manecilla en el centro con un encuadernador. Al comienzo del día, indicará cómo se siente y, si va cambiando su estado de ánimo, irá cambiando la manecilla. Darle ocasión de manifestar lo que siente, sino quiere hablar, aceptarlo.

- Buscar lecturas e imágenes que ilustren las creencias de diferentes religiones acerca de la muerte y el más allá. Los niños manifestarán los pensamientos y sensaciones que estas lecturas e imágenes les suscitan.
- Invitarles a hablar de las personas o los animales muy queridos por ellos y ya desaparecidos. Qué cosas sabían hacer, cómo eran, qué les alegraba o disgustaba. También si tenían algún rasgo que no les gustaba.

- El niño hará un dibujo sobre algo que le produzca miedo o preocupación, se envolverá con una bengala dentro y se atará con una cinta, metiendo en esta otras dos bengalas. Encendemos una hoguera y cuando queden brasas, el adulto echará al fuego 50 gramos de salvia, y explicará que así como el aire se lleva el olor, se lleva también las penas, las preocupaciones y los temores. El niño echará al fuego su dibujo con las bengalas.

- El niño hará un dibujo de alguna situación que normalmente le enfurece mucho. Entra también la rabia que sentimos cuando fallece una persona o animal. Colocará un petardo en medio de la hoja y la arrugará hasta convertirla en una pelota. Encender la fogata, perfumar el aire con salvia y arrojar la pelota con fuerza. Estará permitido gritar y decir palabrotas. Que manifieste el enfado del que desea librarse. El petardo estallará con fuerte detonación y un breve destello de luz intensa.


Nota: no os puedo decir el nombre de la autora de estas palabras, ya que he prestado el libro y lo han perdido. Creo que el título es: ¿Está la abuelita en el cielo? Besinos

viernes, 20 de abril de 2012

CÓMO TRATAR LA MUERTE Y LA TRISTEZA

     Muchos adultos se creen en el deber de proteger a los niños evitándoles el tema de la aflicción: el periquito no murió sino que salió volando y ahora está en el Paraíso de los pájaros. Es comprensible, ya que lo que mas deseamos los adultos es dar a nuestros hijos una infancia alegre y libre de preocupaciones.
     Los niños captan intuitivamente la angustia de los adultos, de donde resulta la sensación de que "de eso no se habla". La muerte que da convertida en tabú.
     Los niños necesitan, sin embargo, esa posibilidad de asimilar sus sentimientos de tristeza y de cólera, de preguntar.
     En su primer encuentro con la muerte, por lo general, no mantienen la actitud triste con mucha constancia. Son frecuentes los cambios bruscos de humor.
     La fase de aflicción depende de la cercanía y confianza que hubiese existido entre el niño y la persona o mascota. También de su edad y de la ayuda externa que reciba. El proceso de duelo recorre varias fases: un periodo de estupefacción; una especie de exaltación, como si todo estuviera felizmente superado; y una época de frecuentes cambios, unas veces lo vemos tranquilo y otras encerrado en sí mismo.
     Es importante ayudarles a comprender que la muerte es parte de la vida, sin reprimir los propios sentimientos, ni querer restarle importancia.
     En la edad preescolar, ante un fallecimiento, el niño se ve enfrentado a una serie de sentimientos. El temor de que pueda ocurrir algo parecido con los padres, o con uno mismo, aparece por primera vez. La duda de si sus padres volverán a mostrarse alegres y fuertes en el futuro.Le faltan palabras y necesita que un adulto se las proporcione y las ponga en relación con lo que él siente.
     Hasta los 3 años, la palabra "muerte" todavía no les dice nada. Quieren tener la seguridad de que sus personajes de referencia siempre estarán ahí, y la muerte se asocia a la noción de abandono, de quedarse solo.
     Vive la desaparición de una persona adulta como castigo por algo que él hizo. Es importante hacerles saber que no tienen la culpa de que se haya muerto la abuelita, y que más allá de la muerte, la abuelita sigue queriéndolos.
     Creen en la omnipotencia de los adultos y si ellos no han podido evitar esa muerte, empiezan a preguntarse qué otras cosas no pueden conseguir.
     De los 3 a los 5 años. A esas edades el niño atribuye vida a todas las cosas que existen. En su esquema mental, el osito de peluche, el coche de juguete... son seres vivos. Es una época de vivo interés hacia la muerte. En los juegos, a los perdedores les toca tumbarse y "hacerse el muerto". A veces también juegan a estar enfermos y morirse.
     Aún no entienden la muerte como un suceso irreparable y definitivo. Están convencidos de que los muertos acabarán por levantarse y seguir viviendo alegremente.
     A estas edades la muerte se relaciona, sobre todo, con la vejez y la enfermedad, y en ocasiones, con las guerras y los sucesos violentos.
     No consiguen imaginar que hubo un tiempo en el que ellos no estaban, y habrá otro tiempo en que no estarán.
     Si viven a estas edades la experiencia de la muerte de un ser querido, aparece el miedo a acostarse, miedo a la oscuridad y a quedarse solo.
     Conviene inducirles a que nos cuenten lo que piensan al repecto.
     De los 6 a los 7 años, empiezan a comprender ese carácter definitivo e irrevocable. Es una época de gran curiosidad, sobre todo hacia los aspectos emocionales de la muerte.