viernes, 23 de marzo de 2012

LÍMITES Y DIRECTRICES PARA NIÑOS ÍNDIGO 2ª Parte

2ª Parte

     10. Hay que recordar prestar atención cuando los niños se portan bien y alabarlos. "Me alegro de que..." o "qué bien que..."

     11. Pedirle al niño que repita correctamente algo que ha hecho mal: "Luis, no está bien que entres corriendo en casa con los zapatos embarrados. Por favor, ¿me enseñas cómo lo haces correctamente?". Luis se quita los zapatos. "Muchas gracias, sabía que podías hacerlo bien".

     12. conviene procurar mantener la coherencia, por más que uno se sienta  demasiado cansado para seguir el plan disciplinario. De lo contrario los niños aprenden que no es necesario cumplir las normas, porque estas van cambiando constantemente.

     Los niños exigen dignidad y valoración. Interpretan nuestras intenciones, más que nuestras palabras. Hay que tratarlos con el mismo respeto y la misma responsabilidad con que nos trataríamos a nosotros mismos.
     A través de nuestro cariño y compasión comprenderán qué pretendemos. Hemos de decir lo que pensamos, pensar lo que decimos y hacer lo que decimos que haremos.

     Las elecciones son una parte fundamental de la disciplina y la responsabilidad. Si queremos que los niños tomen decisiones sabias, hemos de darles la oportunidad de tomar muchas decisiones, incluso algunas no demasiado acertadas. A menos que las decisiones desacertadas sean peligrosas para la integridad física, la moral o la salud, conviene dejarles experiementar las consecuencias reales de sus propios errores y malas decisiones, por dolorosas que sean.

     El sistema educativo trabaja con el lado izquierdo del cerebro. Pero algunos niños trabajan fundamentalemente con el lado derecho del cerebro, es decir, que tienen tendencia a ser visuales (hablan rápido, tono alto, postura erguida, gestos rápidos, respiración pulmonar superficial), creativos, artísticos, físicos, espaciales (se ubican en el espacio, calculan distancias y proporciones...). Estos niños tienden a aprender a través del tacto, es posible que cojan un lápiz y lo echen al aire, o se metan las manos en los bolsillos. Como tienen dificultad para aprender a través del oido y la vista, a menudo requieren una estimulación táctil que les ayude a aprender mediante los demás sentidos. Tal vez necesiten tocar algo mientras miran y escuchan. Podemos dejar al niño que coja una pelota o algún objeto mientras escucha, lee o escribe, tanto en la escuela como en casa.

miércoles, 14 de marzo de 2012

LÍMITES Y DIRECTRICES PARA NIÑOS ÍNDIGO. 1ª Parte

     Las siguientes sugerencias son estrategias efectivas que proporcionan disciplina y, al mismo tiempo, mantienen la dignidad del niño.

1. Para dar órdenes podemos formularlas diciendo: "necesito que me ayudes".

2. Avisar a los niños que tendrán que prepararse para hacer algo, como por ejemplo: "dentro de 5 minutos cenamos".

3. Al darles una orden, si ofrecen otra alternativa lógica, como preguntar si pueden venir a la mesa después de recoger el juego con el que estaban jugando, es preferible aceptarlo.

4. Ofrecer breves explicaciones de por qué queremos que se hagan las cosas.

5. Darles una orden por vez, para no abrumarlos con un exceso de indicaciones.

6. Sentarse con los niños y plantear determinadas consecuencias para los comportamientos negativos. Por ejemplo: tienes la costumbre de dejar tus juguetes por todas partes y yo me tropiezo con ellos. ¿Qué podemos hacer? ¿Me ayudas a decidir qué tendría que ocurrir si no recoges tus juguetes?. Después tenemos que respetar estas consecuencias preestablecidas.

7. Disponer de un lugar tranquilo en casa donde vayan los niños cuando tengan que "pagar" las consecuencias. Donde no puedan jugar mientras están "castigados".

8. Cuando hay que hacerles una advertencia por mal comportamiento, se puede recurrir al sistema de contar hasta tres: se les pide que dejen de hacer algo y se cuenta hasta tres para que obedezcan. Si no dejan de hacer lo que estaban haciendo, se les envía aparte.

9. Las medidas disciplinarias no deben ir cargadas de emoción: no hay que echarles sermones ni discutir con el niño, sino explicarles las consecuencias: "Luis, no voy a discutir contigo. No está bien que pegues y quiero que te apartes de los demás y vayas a sentarte en la silla ahora mismo". Conviene centrarse en las consecuencias y actuar casi con indiferencia. No hay que abrazarlos durante este tiempo. Este es un límite, y los niños tienen que aprender que cada acción tiene alguna consecuencia. Si gritan y alborotan, hay que aumentar el tiempo, calculándolo en el reloj. No hay que discutir; es preferible decir algo como: "voy a empezar a contar tu tiempo de castigo cuando estés listo". Al finalizar el tiempo, no hay que olvidar pedirle al niño que explique por qué ha sido castigado.

                                                                       Lee Carroll y Jan Tober

Continuará


miércoles, 7 de marzo de 2012

NIÑOS ÍNDIGO / NIÑOS HIPERACTIVOS

     Los niños Índigo y Cristal han venido a elevar la vibración del Planeta Tierra.
     Se dice que el 85% de los niños nacidos después de 1992 son Índigo.
     No hay dos índigos iguales, pero si hay algunos con un mayor potencial enfocado hacia el arte, lo tecnológico, lo terapéutico o lo intuitivo.
     Su etiqueta de hiperactivos se debe a su gran cantidad de energía. Pero no todos los hiperactivos son índigo, ni todos los índigo son hiperactivos, aunque puedan pasar por etapas hiperactivas.
     El hiperactivo no puede concentrarse en ningún lugar por la disfunción neurobiológica que en mayor o menor medida pueda tener. Demanda atención continuamente pero no presta atención, necesita siempre estar con alguien y aprende por repetición.
     El índigo sabe concentrarse siempre que tenga un aliciente creativo, necesita ser escuchado y demanda por ello la atención. Aprende por explicación porque puede escuchar, el hiperactivo no.
     El niño índigo actúa con compasión, el hiperactivo no controla bien el espacio, tiene problemas psicomotrices y no es consciente de que puede hacer daño a los demás. El índigo es prudente, el hiperactivo no tiene sentido de temeridad; el índigo precisa explicación, el hiperactivo, repetición.
   Al comenzar a hablar, el índigo lo hace con frases enteras, el hiperactivo lo hace con frases cortas, repetitivas, y con falta de conexión y coherencia con las realidades temporoespaciales.
     Una diferencia esencial es que el índigo expresa sus emociones.
     La autoestima en el índigo es alta, pero si se le rechaza se resiente su sensibilidad y se cierra. 
     Las palabras claves para reconocer a un índigo son: liderazgo, entusiasmo, innovación, originalidad, creatividad, carisma, autonomía.

                                             Rut Cohen