No hay nada más agradable que sentirse en sintonía o afín a otra persona.
Siéntate frente a tu hijo, muy cerca el uno del otro. Intentar respirar exactamente al mismo ritmo; os sorprenderá lo satisfechos y conectados que os hace sentir esta actividad.
No habléis; se trata de miraros uno al otro a los ojos y entrar en sintonía lentamente. Inspirad al mismo tiempo, aguantar la respiración durante los mismos instantes y espirad al mismo tiempo.
Para inspirar fuerte, hinchad el pecho y el estómago. Para inspirar débilmente utilizar sólo la nariz.
Respirar ambos de forma natural y fijaros en las diferencias de duración y profundidad de las inspiraciones y espiraciones.
Acordar un patrón de respiración poco habitual, por ejemplo, una respiración profunda seguida de dos superficiales y practicarlo durante un rato.
Emitir juntos un zumbido. Hacerlo en el mismo tono durante un tiempo y luego experimentar con tonos diferentes que armonicen y suenen bien a la vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario