jueves, 10 de febrero de 2011

AUTOESTIMA: 3ª ESTRATEGIA

     Recordamos que la 1ª y 2ª estrategia son: no juzgarles y dedicarles tiempo de calidad.
     Hoy vamos con la 3ª: PRESTARLES ATENCIÓN CONCENTRADA.
     Un niño necesita que se le valore al margen de sus logros. Los padres que están físicamente con sus hijos, mientras sus pensamientos están en otra parte, no les están prestando atención y los niños saben cuando les prestamos atención.

     Ejemplo: una madre, mientras prepara el desayuno, contesta "si" a lo que relata su hijo, peina a su hija, echa una vistazo a los titulares del periódico, está atenta a las tostadas... Cuando se sienta a desayunar, su hijo reinicia el relato de su experiencia y su madre, mientras le dice "¿ah sí, hijo?", pide a la niña que se acerque más al plato ya que está llenando el suelo de migas, pregunta a su marido si va a pasar por telefónica,... el compromiso de estar en todo, le impide estar aquí por completo.
     Este niño pensará que sus experiencias no le importan a nadie, y se sentirá solo. Es fácil que, poco a poco, deje de comunicarse.

     Tenemos que aprender a prestar atención concentrada a lo que vemos, oímos y sentimos en cada momento. Tarea difícil ya que los padres somos gente tan ocupada, tenemos tanto en que pensar, trabajos que terminar, horarios que cumplir, citas...

     Si los niños sienten periódicamente nuestra presencia sincera, pueden tolerar momentos en que nuestra atención se encuentra lejos de ellos. El padre perfecto no existe.

     "De niño, mi hijo tenía la costumbre de pedirme que le montara a caballito. Aunque yo sabía lo mucho que le gustaba, siempre estaba demasiado ocupado para jugar con él. Ahora que se ha hecho adulto y ha dejado nuestro hogar, he descubierto una cosa: daría cualquier cosa para poder montar a aquel chiquillo a caballito". Un padre.

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