Las emociones tienen un gran poder dentro de nosotros que debemos conocer, pues poseen el poder de darnos la salud o de, por el contrario quitárnosla.
El ser humano es un ser integral compuesto de cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Cuando una de las partes está mal repercute en las otras.
Según la Medicina Tradicional China, de una antigüedad de cinco mil años, cada emoción básica está relacionada con un órgano.
- El corazón: se conecta con la capacidad de amar, con la emotividad y con la alegría.
- Los riñones: representan el área de la convivencia y de la capacidad de relacionarse. Tienen que ver con la valentía y el miedo.
- El estómago: se relaciona con la sensibilidad y la capacidad de aceptar lo que no nos gusta. También con la preocupación.
- El hígado: fuerza, ideología, valores morales. La emoción asociada al hígado es la cólera.
- Los pulmones: comunicación y libertad. Se relacionan con la tristeza y la melancolía.
- La garganta: se relaciona con la angustia.
- Los ojos: representan el entendimiento.
- Las rodillas: tiene que ver con la humanidad y, con su opuesto, el orgullo.
- La piel: representa la primera frontera que nos separa de los demás. Las afecciones de la piel nos hablan de falta de integración, problemas de aislamiento y dificultad para el contacto.
- Los dientes: al igual que las uñas, se relacionan con la forma de expresar la agresividad.
- Los oídos: tienen que ver con la obediencia y con la negativa a aceptar la autoridad y la imposición arbitraria, venga de donde venga.
- Los pies: representan la firmeza, el arraigo.
Todos los órganos citados tienen unos canales dentro del cuerpo, a modo de autopistas o carreteras, por las que circula la energía, cuando nosotros nos estancamos en una o varias emociones, se produce el atasco de la energía, que con el paso del tiempo, dará lugar a la enfermedad dentro de ése órgano.
No es que las emociones citadas en sí sean negativas, lo que sí lo es, es el quedarse anclado en esa emoción durante tiempo y tiempo (aunque sea a nivel subconsciente), por ejemplo el miedo a quedarse sin trabajo, a no tener casa, a quedarse sin pareja, va dañando nuestros riñones y será muy fácil tener infecciones renales o cálculos o lumbago, ...
Los más afectados suelen ser el corazón, el hígado y el bazo.
El corazón es el rey de todos los órganos y además controla la mente, por tanto cuando un órgano está desmandado en su función, termina dañando el corazón, producirá palpitaciones, pesadillas, insomio, alteraciones mentales, manías...
El hígado alterado produce depresión, mal genio, suspiros, tumores de mamas, ovarios o útero...
El bazo se manifestará con anorexia o por el contrario, exceso de apetito, vientre abultado...
Somos los arquitectos de nuestra salud, es necesario trabajar sobre las emociones y la mente para recuperar la salud perdida.
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