miércoles, 14 de marzo de 2012

LÍMITES Y DIRECTRICES PARA NIÑOS ÍNDIGO. 1ª Parte

     Las siguientes sugerencias son estrategias efectivas que proporcionan disciplina y, al mismo tiempo, mantienen la dignidad del niño.

1. Para dar órdenes podemos formularlas diciendo: "necesito que me ayudes".

2. Avisar a los niños que tendrán que prepararse para hacer algo, como por ejemplo: "dentro de 5 minutos cenamos".

3. Al darles una orden, si ofrecen otra alternativa lógica, como preguntar si pueden venir a la mesa después de recoger el juego con el que estaban jugando, es preferible aceptarlo.

4. Ofrecer breves explicaciones de por qué queremos que se hagan las cosas.

5. Darles una orden por vez, para no abrumarlos con un exceso de indicaciones.

6. Sentarse con los niños y plantear determinadas consecuencias para los comportamientos negativos. Por ejemplo: tienes la costumbre de dejar tus juguetes por todas partes y yo me tropiezo con ellos. ¿Qué podemos hacer? ¿Me ayudas a decidir qué tendría que ocurrir si no recoges tus juguetes?. Después tenemos que respetar estas consecuencias preestablecidas.

7. Disponer de un lugar tranquilo en casa donde vayan los niños cuando tengan que "pagar" las consecuencias. Donde no puedan jugar mientras están "castigados".

8. Cuando hay que hacerles una advertencia por mal comportamiento, se puede recurrir al sistema de contar hasta tres: se les pide que dejen de hacer algo y se cuenta hasta tres para que obedezcan. Si no dejan de hacer lo que estaban haciendo, se les envía aparte.

9. Las medidas disciplinarias no deben ir cargadas de emoción: no hay que echarles sermones ni discutir con el niño, sino explicarles las consecuencias: "Luis, no voy a discutir contigo. No está bien que pegues y quiero que te apartes de los demás y vayas a sentarte en la silla ahora mismo". Conviene centrarse en las consecuencias y actuar casi con indiferencia. No hay que abrazarlos durante este tiempo. Este es un límite, y los niños tienen que aprender que cada acción tiene alguna consecuencia. Si gritan y alborotan, hay que aumentar el tiempo, calculándolo en el reloj. No hay que discutir; es preferible decir algo como: "voy a empezar a contar tu tiempo de castigo cuando estés listo". Al finalizar el tiempo, no hay que olvidar pedirle al niño que explique por qué ha sido castigado.

                                                                       Lee Carroll y Jan Tober

Continuará


1 comentario:

  1. Por fin nos dicen como debemos comportarnos los padres, para que sea mas efectiva la educación a la par que cariñosa.
    Gracias Isa por darme unas pautas

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