viernes, 16 de septiembre de 2011

BÚSQUEDA DE LA PULGA GRUÑONA

      Este juego resulta indicado esos días en que tu hijo no deja de protestar. Hay que buscar la causa del problema ya que quizás haya una pulga gruñona en el cuarto. Cuando la encontréis y hayáis expulsado a ese insecto insidioso de la habitación, allí no se oirán más que risas.
      Busca minuciosamente a esa pulga gruñona ficticia por todo el cuerpo del niño. Inspecciona las orejas, las axilas; mira debajo de la camisa, en los bolsillos..., y cuando la encuentres, captúrala y échala por la ventana.
      Ten cuidado ya que puede dar un salto y escaparse de las manos aterrizando en otra persona. ¡Entonces tendrás que volver a encontrarla!
      Una vez eliminada la pulga gruñona, busca tranquilamente al insecto amoroso.. ¿Dónde? Entre las flores, entre las mantas suaves... Es posible que haya más de un insecto; en ese caso cada uno de vosotros puede buscar su propio insecto amoroso.
      Si lo encuentras, trátalo con amabilidad y luego dile a tu hijo que se lo ponga en alguna parte de su cuerpo, por ejemplo, detrás de la oreja, en un bolsillo, o en el corazón.
      Así, una simple frase como "¡a ver si encontramos a tu insecto amoroso!" será un mensaje corto y útil esos días en que tu hijo parezca haberlo perdido y necesite ayuda para encontrarlo.

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