Todos recorremos caminos distintos para alcanzar nuestro destino último. Pero nadie llega al final sin tropezar con la adversidad de una u otra manera. ¿Por qué no dejas de lado las consecuencias y experimentas cada circunstancia de tu vida plenamente? No hay verdaderos fracasos en la vida, sólo resultados. No hay verdaderas tragedias, sólo lecciones. Y no hay verdaderos problemas, sólo oportunidades esperando a ser reconocidas como soluciones por la persona sabia.
Nada grande se ha logrado nunca sin entusiasmo.
Bendice el dinero
Cuando te desprendas de tu dinero, acuérdate siempre de bendecirlo. Pídele que bendiga a todo aquel que toque, y ordénale que salga, alimente al hambriento, vista al desnudo y regrese a ti multiplicado por un millón.
Lleva siempre un libro contigo
La persona que serás dentro de cinco años, será el resultado de dos principales influencias: la gente con la que te relacionas y los libros que lees. Cuando expones tu mente a los pensamientos de las grandes personas que han pasado por este planeta antes que tú, tu juego mejora, la profundidad de tus pensamientos se expande y accedes a un nivel superior de sabiduría.
Abre una cuenta de Amor
Comprarle flores a tu pareja sin ningún motivo concreto, enviarle a un amigo un ejemplar de tu libro favorito o tomarte tiempo para decirles a tus amigos, en términos bien claros, lo que sientes por ellos sería un buen comienzo.
Ponte en la piel de los otros
Tenemos dos orejas y una boca por una razón: para escuchar el doble de lo que hablamos.
Trucos para practicar el arte de escuchar:
- Si estás hablando y tu interlocutor lleva un minuto sin decir nada, es muy probable que hayas perdido su interés y, por tanto, de que sea el momento de dejar de hablar.
- Resiste la tentación de interrumpir. Y presta más atención al contenido de lo que la otra persona está diciendo.
- Si es apropiado, toma notas.
- En vez de responder inmediatamente con tu opinión, reflexiona brevemente en lo que has escuchado. Decir algo así como: "sólo para asegurarme de que te he entendido bien, lo que quieres decir es que...". Si lo haces con absoluta sinceridad, crearás un estrecho vínculo con las personas con las que interacciones en tu vida.
Toma como hábito la acción
La sabiduría es saber qué hacer a continuación, la habilidad es saber cómo hacerlo y la virtud es hacerlo.
En lugar de pasarte tres horas viendo la televisión después de un agotador día de trabajo, ten el valor de levantarte del sofá y leerles un cuento a tus hijos.
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