INTELIGENCIA ESPACIAL

      Las personas que poseen mayor intensidad en esta inteligencia:

* tienen habilidad para entender un plano, una gráfica o un esquema.

* se ubican correctamente en el espacio y recuerdan vivencias pasadas con nitidez.

* facilidad para calcular distancias y proporciones.

Les gusta: diseñar, construir, crear, soñar despiertos, mirar dibujos.

Profesiones: marineros, pilotos, ingenieros, cirujanos, arquitectos, decoradores, escultores, pintores.

Niños: conscientes de los elementos visuales del entorno (color, líneas, formas, detalles). Utilizan proporciones realistas. Inventivos con materiales artísticos (arcilla, plastilina...). Transmiten en sus dibujos estados de ánimo. Reúnen cosas imaginativamente para formar una construcción. Planean minuciosamente el uso del espacio. Disfrutan con los rompecabezas y laberintos.

Alimentar esta inteligencia: supone ayudar a los niños a que empiecen a desarrollar las capacidades de observación y creación del artista. A convertirse en observadores más sensibles del mundo visual, a utilizar su conocimiento progresivo de las pautas, el color y demás características visuales para crear su propia obra. Además de participar en actividades estructuradas, los niños necesitan ocasiones para experimentar con materiales artísticos a su aire y a su propio ritmo.

      Podemos ampliar la experiencia sensorial de los niños ofreciéndoles la máxima variedad posible de materiales. Ayudándolos a descubrir la diferencia entre trabajar con pinturas de témpera y acuarelas, entre hacerlo sobre una superficie plana y en un caballete, y entre pintar con pincel o con los dedos (les ayuda a relajar la tensión emocional).

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

      La inteligencia es la capacidad de hacer las cosas que apreciamos. Implica la habilidad necesaria para resolver problemas, que permite abordar la situación en la cuál se persigue un objetivo, así como, determinar el camino adecuado que conduce a dicho objetivo.

      La teoría de las inteligencias múltiples fue creada por el psicólogo  y neurólogo estadounidense Howard Gardner. Estudió varios casos sobre autismo, lesiones cerebrales... y observó que estos niños incapacitados para varias tareas, eran capaces de asumir otras. Por ejemplo: autistas que eran capaces de tocar una pieza al piano después de haberla escuchado una vez.

      Ha establecido 7 tipos de inteligencia: lingüística, lógico matemática, espacial, musical, interpersonal, intrapersonal y corporal  (posteriormente añadió la naturalista), que no se encuentran nunca de forma pura, hay una combinación:

      Tocar el violín: I. musical + I. corporal + I. interpersonal.

      Arquitecto: I. espacial + I. Lógico matemática + I. corporal

      Político: I. lingüística + I. interpersonal + I. lógica.

      Cada persona posee un grado distinto en la intensidad de cada una de ellas.

      Todo ser humano nace con distintas potencialidades que se irán desarrollando a lo largo de su vida, influenciadas por el medio ambiente, la educación recibida, las experiencias vividas y el contexto familiar y cultural.

      Los programas de enseñanza se limitan a concentrarse en el predominio de las I. lingüística y matemática, dando mínima importancia a las otras posibilidades de conocimiento. Por ello, muchos niños que no destacan en el dominio de las inteligencias académicas, pensamos que han fracasado, cuando en realidad estamos suprimiendo sus talentos.

      Países como Australia, Canadá, EEUU, Venezuela, Israel e Italia, están trabajando sobre este tema. En estos países donde desarrollan las inteligencias múltiples, sobre los 8 años los niños escogen tres aprendizajes que seguirán durante  los años siguientes: una disciplina académica, una actividad física y un arte y oficio.

      Iré escribiendo sobre cada una de estas inteligencias. Hasta pronto

      

      

ME ESCRIBO UNA CARTA

      Para que los más pequeños de la casa aprendan que hay días buenos y días malos y que, como la marea, la vida sube y baja, ¡utilizar el servicio postal!

      Cuando tú hijo esté triste, sugiere que se escriba una carta a sí mismo contando todos los sentimientos negativos. Si es demasiado pequeño y todavía no sabe o le cuesta escribir, escribe la carta por él mientras te la dicta. Otra posibilidad es que dibuje algo que represente sus sentimientos.

      Pon la carta en un sobre con un sello y envíasela. Cuando llegue la carta al cabo de unos días dile que la abra y compruebe si el día de hoy es mejor que el día que la escribió. Seguro que se alegrará de recibir correo y además también aprenderá que los malos tiempos no duran siempre.

Variantes:

      * Del mismo modo, cuando el niño tenga un buen día puede escribirse una carta y mandarla por correo.

      * Ayuda a tu hijo a escribir una carta para algún familiar o amigo comunicando que tiene un buen día.

      * Confeccionad un diario de cumpleaños: cada año tú y tu hijo escribiréis una carta dirigida a él mismo cuando tenga 21 años, de modo que cuando tenga esa edad pueda leerlas y saber como se sentía a los siete, a los ocho, a los nueve...

LECCIONES SOBRE LA VIDA. 3ª PARTE

Habla contigo mismo
      La técnica es muy sencilla y sólo requiere elegir una frase y entrenar tu pensamiento para que se concentre en ella en distintos momentos del día hasta que empieces a dominar tu conciencia y a remodelar la persona que eres. Ejemplos: "estoy muy agradecido por ser una persona tranquila y serena". "Agradezco estar lleno de confianza y de un valor sin límites". "Estoy muy agradecido porque el dinero y las oportunidades afluyen a mi vida".

      Repite tus mantras en voz baja mientras caminas hacia el trabajo, mientras esperas en una cola o mientras friegas los platos. Repite tu frase personal al menos 200 veces al día durante al menos cuatro semanas.

Programa paréntesis para las preocupaciones

      Demasiadas personas desperdician los mejores años de su vida atrapados en un estado de constante preocupación. Se preocupan acerca de sus trabajos, las facturas, sus hijos... Y sin embargo, en nuestro interior todos sabemos que la mayor parte de las cosas que nos preocupan no suceden nunca.

      Programa períodos específicos para preocuparte, por ejemplo media hora al día. Durante esa sesión de preocupación, puedes revolcarte en tus problemas y meditar en tus dificultades. Una vez concluido ese período tienes que aprender a dejar tus problemas atrás y hacer algo más productivo, como por ejemplo dar un paseo por el campo o leer un libro inspirador  o mantener una sincera conversación con un ser querido.

Cuida del templo

      En un cuerpo saludable habita una mente saludable. El ejercicio no sólo añade vida a tus años, sino que podría añadir años a tu vida.

Aprende a estar en silencio

      Para volver a conectar con la persona que uno es realmente y para llegar a conocer la belleza que llevamos dentro, tenemos que dedicar tiempo a permanecer en silencio regularmente.

      Decir que no tienes tiempo para estar en silencio es como decir que estás demasiado ocupado conduciendo como pararte a repostar.

Ríe más

      Los niños de 4 años se ríen una media de trescientas veces al día, mientras que el adulto sólo ríe unas quince veces al día. Steve Martin pasa cinco minutos cada mañana riéndose delante del espejo. Pruébalo, funciona.

Levántate temprano

      Ganar la batalla a la cama y anteponer la mente al colchón levantándose pronto, te proporcionará al menos una hora de tranquilidad para ti solo durante el momento más crucial del día: el principio. Si se emplea con sensatez, el resto del día se desarrollará de un modo maravilloso.

      Te ayudará a dormir más profundamente:

      - No repasar los sucesos del día cuando estás en la cama tratando de dormirte.

      - No comer después de las 10 de la noche.

      - No mirar las noticias antes de ir a dormir.

      - No leer en la cama.

      Los cambios importantes requieren tiempo, esfuerzo y paciencia. Date algunas semanas para que este nuevo hábito se arraigue.